Nuestros hijos son lo más valioso que tenemos y si eres mamá seguramente te has preguntado, al menos una vez en tu vida, qué pasaría con ellos en caso de que ambos padres faltaran. El Código Civil Federal establece, en su Capítulo II (artículos 470-481), la posibilidad de nombrar un Tutor Testamentario, es decir, elegir a la persona que cuidaría de ellos en caso de ser necesario.
El Consejo Nacional del Notariado Mexicano explica que la mejor forma en que una mamá puede darle seguridad es otorgar un Testamento, en el cual, ante un Notario Público, se designa quién recibirá los bienes que se posean; pero no sólo eso, si tus hijos son menores de edad, es posible nombrar un tutor legal quien, en caso de que ambos padres fallezcan, se encargará de representar a los niños, cuidar su educación, alimentación, vigilar que se cumpla tu última voluntad y custodiar sus bienes mientras cumplen la mayoría de edad.
El Testamento Público es el único medio con validez jurídica a través del cual puedes elegir libremente un tutor para tus hijos menores de 18 años. De esta forma, en caso de que ambos padres falten, los niños quedarán a cargo de una persona en quien tú confías.
En este mismo trámite también puedes elegir un tutor sustituto en caso de que la persona elegida fallezca o se encuentre incapacitada. Además, también puedes elegir un Curador, el cual será el responsable de vigilar que el tutor cumpla de forma adecuada con su papel.
En conclusión, el Testamento es la única forma legal de elegir, de forma anticipada, qué heredarán tus hijos y quién cuidará de ellos. En él tú puedes decidir:
- Quién heredará tus bienes.
- Un Albacea, que será el encargado de entregar sus bienes a tus herederos.
- A quién le encomendarás el cuidado y educación de tus hijos: Tutor.
- Quién vigilará que el tutor cumpla con su tarea: Curador.
Así que si aún no lo has hecho, no quites de tu mente la idea de hacer un Testamento y al hacerlo no olvides de pensar en quién sería la persona ideal para cuidar a tus hijos. Esperamos que nunca les faltes, pero no está demás prevenir y elegir a una persona de confianza para dejarlos en buenas manos.